La vi ayer y me gustó. Es una estupenda peli de ciencia ficción que da un giro de tuerca a las historias de naves espaciales perdidas en el espacio. Ben Foster (el James Woods del siglo XXI) es uno de los miles de pasajeros que viajan en una gigantesca nave hacia un planeta lejano, muy parecido a la Tierra, que los humanos pretenden colonizar. Como el viaje dura más de cien años, tanto el protagonista como los demas pasajeros van dormidos y criogenizados en pequeñas cápsulas, pero, a mitad de camino, tras una avería fortuita, algunos de los pasajeros se despiertan antes de tiempo de su sueño descubriendo, con gran horror, que la nave ha sido invadida por extraños bichos que se alimentan carne humana...
El reparto y el diseño de producción (los pasillos, las celdas de la nave...) son estupendos. Tiene buen ritmo, algo de suspense y sustos, un Dennis Quaid solvente y las peleas con los bichos resultan creíbles. Una cinta bastante curiosa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario