La vi ayer y me gustó mucho. Parece un drama, pero en realidad es una comedia soterrada. El suizo Alain Tanner cuenta la historia de dos amigos que quieren escribir un guión sobre un suceso ocurrido dos años antes, cuando una joven llamada Rosamonde fue detenida por la policia acusada de intentar asesinar a su tío de un disparo. Uno de ellos querrá entrevistarse con la chica, con el tío herido y con la policía para saber todos los detalles y poder dar un versión fiel del caso. El otro, en cambio, prefiere no saber nada y fantasear sobre lo ocurrido rellenando los huecos con la imaginación. Ambos emprenderán caminos distintos, pero llegarán a la misma conclusión, sobretodo después de conocer a la peculiar Rosamonde, una chica rubia bastante despreocupada social y sexualmente hablando…
Aunque es una película de 1971, todavía resulta moderna gracias a la bonita fotografía en blanco y negro, al espíritu de Nouvelle Vague que trasmite y a su humor sutil. La cinta va fluyendo poco a poco, sin saber muy bien hacia donde va, pero al final todo encaja y es homogénea. Tanner coloca la cámara a la altura del espectador y este se convierte en uno más del trio protagonista. El final del fime con la chica paseando por la calle, entre la gente que hace las compras de Navidad, es estupendo, parece que fue rodado antes de ayer. Está filmado con la camara al hombro y con los transeuntes mirando sorprendidos tanto a la actriz, como a la cámara. Muy buena.
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