La echaron ayer en la tele y tras 33 años, se mantiene bastante bien. Es la historia de un abogado cabezón que trata de hacer bien su labor a pesar de los enormes fallos que inundan el sistema judicial, una burocracia lenta y abusiva, jueces autoritarios, corrupción...
A pesar del tema central, la peli está contada en plan farsa, con delirantes toques cómicos (el viaje en helicoptero, la orina del calabozo, o el final en las escaleras). Al Pacino está estupendo y lleva toda la historia sobre sus hombros. Curiosa.
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