La vi ayer y es una comedia de enredo sensacional. Es la historia de una decidida mujer médico que monta un consultorio en un barrio obrero de Madrid para dar asistencia sanitaria a las prostitutas y a los yonkis de la zona, muy castigados por el boom de la heroína en los años 80. Pero, la cosa se liará cuando el ministro de Sanidad, un socialista amigo de marido de la prota, visite el consultorio buscando algo propaganda y más imagen pública...
Contada así, la peli no parece, a priori, una gran comedia, pero lo es. Tiene un reparto soberbio, salen Antonio Resines, Verónica Forque, una divertida Massiel, una joven Ana Obregón, o un acido Miguel Rellan. Los diálogos son chispeantes ("¿Gono que? ¡Gonococia!") y la trama esconde enredos, coitos y gags memorables, como la escena del zapato perdido en el coche, el lió de los vestidos rojos por duplicados, las pegatinas en la discoteca, o las locas apariciones de Javier Gurruchaga y Guillermo Montesinos. Rodada en 1987, es quizás aún la mejor cinta del director Fernando Colomo. Recomendable.
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