Acida secuela de "Besos robados" rodada por Truffaut en 1970. En esta historia Antoine ya se ha casado con su novia Christine y se ha mudado con ella a un pisito de París. Pero, a pesar del nacimiento de su primer hijo, el matrimonio comienza a intuir como su relación conyugal no es del todo perfecta...
La cinta tiene un tono amable, situaciones graciosas y divertidos diálogos, pero aún así el filme sabe retratar, amargamente, como la rutina, la cotidianidad y el deseo frustrado hacen mella en el amor más puro. Jean Pierre Leaud bordar su papel, esta vez reconvertido en vendedor de flores de colores y obsesionado por seducir a una misteriosa mujer japonesa. La escena en la que Christine descubre los mensajes ocultos dentro de las flores es memorable. Recomendable.
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