Ayer vi esta secuela de "Los 400 golpes" y volví a creer en el ser humano. Es la historia de Antoine, que tras cumplir con el servicio militar, regresa a París para trabajar como ayudante en una agencia de detectives. Así, mientras es seducido por la dueña de una zapatería a la que debe espiar, Antoine comenzará una relación amorosa con Christine, una dulce estudiante de piano...
Rodada en 1968, la peli aún se mantiene moderna porque aborda temas universales como el amor, el trabajo, la familia o el sexo. François Truffaut pone mucha carga autobiográfica (como la escena inicial del calabozo) y Jean Pierre Leaud está genial dando vida al impulsivo protagonista, hablando y gesticulando sin parar. La saga tiene dos entregas más, la ácida "Domicilio conyugal" y "El amor en fuga". Recomendables todas.
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