La vi ayer y me gusto mucho. Es una comedia inglesa ochentera muy simpática y divertida. Cuenta la historia de dos ejecutivos de una gran compañía petrolífera americana que viajan hasta un pueblecito costero escoces con la intención de comprarlo por 60 millones de dolares y construir en su lugar un oleoducto de gas y una enorme refinería. Desde un principio, los habitantes del pueblo se muestran encantados de vender sus casas y ser ricos, pero tras una semana de negociaciones, los dos ejecutivos comienzan a tener dudas porque se han enamorado del paisaje, de las bonitas playas y de la tranquila vida de la gente del lugar y les apena destruirlo todo...
La cinta cuenta con una bonita fotografiá (los preciosos paisajes escoceses, la lluvia de meteoritos, la aurora boreal...), mucho humor inglés, sencillez en la puesta en escena, personajes estranbóticos (el cura negro, la chica anfibia, el tipo de la motocicleta o el camarero que también es alcalde...), música pegadiza de Mark Knopfler y un gran Burt Lancaster en el pequeño papel del dueño de la petrolera, un tipo obsesionado con la astronomía y con ponerle su nombre a un cometa. Lo mejor, la escena en que los dos protas se cenan sin saberlo a su mascota, un conejo llamado Harry, o el momento en que Lancaster llega en su helicóptero al pueblo en medio de un linchamiento y piensa que es una bienvenida de los lugareños a su persona.
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