Volví a verla ayer y sigue siendo un peliculón acojonante. Es la historia de un policía de origen polaco que, tras ser destinado al barrio chino de Nueva York, se empeña en denunciar la creciente influencia de la mafia china en el control de la economía subterránea del distrito y sus vínculos políticos... Mickey Rourke está enorme luciendo sombrero y pelo canoso. El cuco guión lo firmó Oliver Stone y guarda buenos golpes y escenas muy macarras, como el viaje a Tailandia y las dos monjas traductoras de mandarin. Recomendable.
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