La vi ayer y me gustó. Es la historia del malogrado Ian Curtis, que paso de currar en una gris oficina de empleo de Manchester a ser una estrella del pop al frente de los Joy Division... El filme esta dirigido por el fotógrafo Anton Corbijn, así que la fotografía en blanco y negro es acojonantemente bonita. La banda sonora repasa los mejores temas del grupo y la recreación de los años 70 esta lograda. Además, sale la siempre estupenda Samantha Morton. Recomendable.
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