La volví a ver hace poco y, a pesar de la demencial música de organillo (con el tema "Qué se vayan, se vayan"), sigue siendo bastante entretenida. Es la historia de Paco y Urko, dos jóvenes de Bilbao que se enganchan a la heroína en los años 80. Uno es el hijo de un Guardia Civil destinado en Euskadi, el otro es hijo de un político euskaldun, bastante cercano a la EE (Euskadiko Ezkerra) de la época. Aunque al principio, tratan de disimular su incontrolable adición, las cosas se complican mucho...
Eloy de la Iglesia no engaña y ofrece lo mismo que en "Navajeros" o "Colegas". De hecho el actor protagonista, Manzano, es el mismo. Hay momentos algo duros, como cuando los chavales se pican la vena en casa de la mujer argentina, y el actor Ovidi Montlor tiene un papelito como un curioso cojo padre de familia, camello y confidente de la pasma. Digan lo que digan, resulta más recomendable que otras pelis, tipo "Adiós, pequeña", sobre aquel gris y verdoso "Bilbao, Mierda & Rockanrol".
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