La vi ayer y me gustó mucho. Tras 34 añazos, sigue siendo un retrato muy acido de la juventud italiana de finales de los 70. Es la historia de Michele, un apático universitario, que se pasa todo el día quejándose sin hacer mucho, discutiendo con su padre, con su hermana (que ha ocupado la escuela), con su novia actriz (que le pone los cuernos) y con sus amigos (que han organizado un peculiar grupo de autoconocimiento)... Dirigida y protagonizada por un joven Nanni Moretti, que luce melena y bigote, la cinta ofrece momentos de humor absurdo ("¡Esto no es una película de Alberto Sordi!") y fina crítica política. Muy curiosa.
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