La vi ayer y me gustó. Comedia indie muy de los años 90, con un montaje frenético y actores jóvenes poco conocidos, pero, solventes. Es la historia de un grupo de treintañeros de Nueva York cuyas relaciones se basan en infinitas llamadas de teléfono, mensajes de fax y avisos en el contestador. Juntos asisten a ligues, rupturas, nacimientos y muertes en directo, pero siempre por teléfono, sin llegar a encontrarse nunca cara a cara...
La peli es de 1995, y lo que pretendía ser una parodia de la neurótica vida en una gran ciudad, ha resultado ser un inesperado anuncio de la era de la Red social. Hay momentos muy graciosos, como la inesperada party-line que se monta camino del hospital, o cuando la tía describe como su sobrina se incrustó el teléfono en el cerebro tras un grave accidente de coche. Muy curiosa.
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