La vi hace bastante tiempo, pero tengo muy buen recuerdo. Es una de aquellas agridulces comedias del carismático actor italiano Alberto Sordi. Cuenta la delirante historia de un emigrante italiano que regresa de vacaciones desde Suecia, con su rubia mujer nórdica y sus hijos pequeños. Pero, en la misma frontera, la policía lo para por una simple formalidad, un tramite que se va volviendo más y más absurdo... El filme es una crítica muy ácida del sistema judicial italiano de la época, de su enorme papeleo, de su funcionariado inútil y la cruel tragedia que provoca en los inocentes ciudadanos. Solo por ver el careto de pobre desgraciado que mantiene Alberto Sordi durante su estancia en prisión, ya merece la pena ver la peli. De hecho, el cómico ganaría el Oso de Oro en el Festival de Berlín por este papel. Recomendable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario