José Sacristán está enorme haciendo de mangui adicto a la Pepsi Cola, si fuera actor francés sería ya monumento nacional, el solo levanta todo el filme. Hay momentos divertidos (la escena del interrogatorio con LSD al jardinero) y diálogos del tipo "¡Qué te pires, Richard Burton!", o "¡Esto es la osti!". Muy curiosa.
lunes, 24 de septiembre de 2012
LA CRIPTA
Me la encontré ayer perdida en la biblioteca del barrio y es alucinante. Un divertido retrato de la España de comienzos de los años 80, mitad picaresca, mitad peli de detectives. Es la historia de un ratero de Barcelona que cumple condena en un manicomio. Un día, la policía le ofrece un indulto a cambio de encontrar a una niña desaparecida. El tipo acepta y comienza a investigar por los bajos fondos de la Ciudad Condal...
José Sacristán está enorme haciendo de mangui adicto a la Pepsi Cola, si fuera actor francés sería ya monumento nacional, el solo levanta todo el filme. Hay momentos divertidos (la escena del interrogatorio con LSD al jardinero) y diálogos del tipo "¡Qué te pires, Richard Burton!", o "¡Esto es la osti!". Muy curiosa.
José Sacristán está enorme haciendo de mangui adicto a la Pepsi Cola, si fuera actor francés sería ya monumento nacional, el solo levanta todo el filme. Hay momentos divertidos (la escena del interrogatorio con LSD al jardinero) y diálogos del tipo "¡Qué te pires, Richard Burton!", o "¡Esto es la osti!". Muy curiosa.
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