viernes, 18 de noviembre de 2016

EL ROCK DURO DEL NORTE (EUSKADI ROCK & ROLL)


La dura situación politica y social en el País Vasco (Europa) en los años 60 y 70 fue un perfecto caldo de cultivo para la canción protesta de cantautores vascos como Benito Lertxundi, Mikel Laboa, Xabier Lete, Errobi, Mixel Labéguerie, Urko o el mítico duo Pantxoa eta Peio. Su música era intimista, algo folk y nostálgica y, por lógica, contra este estilo reaccionó una nueva generación de nuevos grupos a comienzos de los años 80. Tenian un estilo más rock, más punk, duro y provocador, no sólo en el fondo, sino también en las formas. Muchos de los jóvenes músicos provenían de familias que sufrían el azote de crisis económica y habitaban en los barrios de ciudades inmersas de pleno en la grave reconversión industrial. Una de las razones sociológicas que provocaron la aparición de esta cultura punk rock fue esa dura crisis que desestructuró parte la sociedad vasca, generando altos niveles de desempleo entre los jóvenes. Pérdido el poder adquisitivo, la marginalidad aumentó en los suburbios de las zonas industriales y obreras de Euskal Herria. La heroína (el caballo, burro, jaco) se introdujo con "misteriosa" fuerza y celeridad en casi todos los rincones del País Vasco.

Sospechosamente, el tráfico de drogas de gran mortalidad aumentó bajo un clima de represión policial.  El célebre plan ZEN (Zona Especial Norte) del gobierno del PSOE, presidido por Felipe Gonzalez y su criminal ministro Barrionuevo, consideraba como sujetos "potencialmente peligrosos" a todos los jóvenes vascos. El consumo de heroina se disparó también. Varios de los protagonistas del movimiento punk rock vasco morirían víctimas del uso de las drogas. El porcentaje de miembros de bandas vascas muertos prematuramente es escalofriante. Muchas de ellas cuentan un muerto, dos o incluso todos los miembros (como los vitorianos Cicatriz).

Nuevas ideologías, como el hedonismo ácrata o la estética punki de provocación repulsiva, llegaron desde Europa y tuvieron como aglutinantes a muchos de los nuevos grupos musicales vascos. Ante esta situación, brotó el denominado Rock Radical Vasco (RRV), una expresión musical de redifinía los contenidos "anti" (sistema, policía, nuclear, consumo, represión, militar, machista...) que se caracteriza por su rechazo directo a aceptar un sistema de cosas impuestas. Bajo el lema "cualquiera puede hacerlo" del punk y la cultura underground, se crearon numerosas formas de expresión, como fanzines y radios libres. A su vez cientos de bandas de música comenzaron a dar sus primeros pasos sin apenas formación, desarrollándose en paralelo una incipiente industria del sector, como nuevos sellos discográficos, estudios de grabación y distribuidoras independientes. Por su parte, la izquierda abertzale, agrupada desde 1978 en torno a la censurada coalición política Herri Batasuna, y el clausurado periódico vasco Egin, acogieron a estos grupos del RRV, organizando muchos festivales (como el Egin Rock o la compaña Martxa ta Borroka) por las siete provincias vascas de Euskal Herria. Aunque no todos los grupos musicales aceptaron esa etiqueta, por ejemplo, los añorados Eskorbuto continuaron con su particular ideología antitodo, rechazando cualquier concepción política ajena hasta su predestinado final.

La mayoría de las letras del Rock Radical Vasco se caracterizan por una ideología anti-sistema oficial, una crítica continua a estamentos casi intocables como el Estado, la policía, la monarquía, la iglesia o el ejército. Por esta razón, aunque llegaron a vender cientos de miles de discos, el desarrollo de estos grupos fue, totalmente, ignorado por la mayor parte de los medios de comunicación del Estado Español (salvo excepciones muy concretas, como el escandalo televisivo de Las Vulpess). Las canciones en el seno del RRV fueron compuestas en castellano pero, también, en euskera, en lengua vasca. Algunos de esos grupos, como los gipuzkoanos Kortatu, aunque iniciaron su producción en castellano, poco a poco, luego se euskaldunizaron y recuperaron su lengua. Al poco, iniciada la década de los 90, los hermanos Muguruza se atrevieron a dar vida a los irrepetibles Negu Gorriak junto al guitarrista Kaki Arkarazo... ¡¡Pero eso ya es otra historia pop!!

 

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