Ayer acabe el último capítulo esta formidable serie de los años 80. Es la historia de un marino inglés que, en el año 1600, llega con su barco hasta el lejano y exótico Japon tras cruzar el oceano Pacífico. Japon estaba gobernada por entonces por duros clanes de samurais cuyo curioso modo de vida chocaba con la cristiana mentalidad europea de la época...
Solo por ver al gran Richard Chamberlain luciendo barba, ya merece la pena verla. Pero es que además, la serie tiene un guión soberbio, mezclando aventura y acción con intrigas y complots, algo de romance y humor. La serie capta muy bien el choque de culturas y retrata con detalle y elegancia la historia y el modo de vida tradicional nipon (con sus cosas buenas y malas). Recomendable.
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