La volví ayer y sigue siendo un peliculón a reivindicar. Es la historia de John el Halcón, un expolicia cojo que tras salir de la cárcel regresa a su barrio de Rain City. En la cafetería de su amiga Wanda, John conocerá a una pareja de jóvenes que han llegado a la gran ciudad con su bebe a buscarse la vida pero que se han metido en problemas con la mafia local...
Como suele pasar en las pelis de Alan Rudolph, el ambiente es tan importante, o más, que la trama en si. Aquí se mezcla la estética de punk de los 80 con el jazz de la posguerra y de los años 50. El resultado es tan bueno como en su pelis "Los modernos" o "Eligeme", un sueño de neón espléndido y colorista. Kris Kristofferson está genial, Keith Carradine luce peinados raros y el celebre Divine hace de un peculiar jefe mafioso. Los diálogos son soberbios y la banda sonora también. Muy recomendable.
