En estos últimos años el cine coreano ha gozado de un gran auge gracias a una serie de fascinantes directores como Kim Ki-Duk, Park Chan-wook o Bong Joon-ho. Su películas, tan elegantes como impactantes, han logrado fascinar a buena parte de la crítica mundial y a buena parte de los aficionados inquietos por ver expandir el cine de autor y por rebuscar más allá de remake norteamericano de turno. Los motivos de este éxito cinematográfico son múltiples y van desde las facilidades de producción en Corea del Sur, hasta la disponibilidad de técnicos muy solventes con salarios "no muy altos", pasando por el apoyo de su público natural en las taquillas o tener cierto glamour por ganar premios en festivales internacionales. La temática de estas historias suele ser variada, hay desde filmes de monstruos, comedias raras hasta el típico thriller policiaco de toda la vida, aunque la mayoría posee una frenética y retorcida inventiva para el lograr el shock y darle una vuelta de tuerca a los estereotipos del cine más clásicote… ¡Aquí os va un buen aperitivo!
Concha de Plata al Mejor Director en el Festival de San Sebastián 2003
Premio a los Mejores Efectos Especiales en el festival de Sitges 2006
Ganadora del Leoncino de Oro en el festival de Venecia 2005
Premio del Público en el Festival de Sitges 2016
8. "A bittersweet life" (2005). Director, Kim Jee-woon.
Espiga de oro en la Seminci 2004