La vi ayer y es un peliculón fabuloso. Es la historia de Jack, un
viejo pistolero que desea dejar las armas, abandonar el Oeste y coger un barco
hacia Europa. Pero en el camino, el protagonista se topa con Ninguno, un joven y anónimo
admirador que quiere verle protagonizar una ultima hazaña, casi suicida,
enfrentarse a una banda de cien forajidos llamada el Grupo Salvaje...
Producida y escrita por el gran Sergio Leone, esta peli es casi tan
buena como sus míticos spaghetti westerns. Veinte años antes que Quentin
Tarantino pusiera de moda homenajear pelis, esta cinta ya era enteramente un
enorme homenaje a cine del Oeste, una declaración de amor a un género que a
comienzos de los años 70 agonizaba.
Henry Fonda es el viejo y cansado pistolero cuyos días de gloria han
pasado y su personaje representa claramente, al Western americano clásico de
los años 40 y 50, al cine de maestros como John Ford, William Wyler, o John
Sturges. Terence Hill en cambio, es el joven y desenfadado pistolero, fan acérrimo
del primero y su personaje cachondo representa al Western europeo de los años
60 y 70, a
cine Leone, de Sergio Corbucci, o Damiano Damini, con su estética sucia y
macarra. Toda la peli se basa en esa dualidad, alternándose escenas melancólicas
y sobrias con otras más cómicas, con peleas a tortas o tiroteos locos. Hay
decenas de guiños a pelis, ocultos en los diálogos, en los actores, en el
propio vestuario. Hay citas a Sam Peckinpah, a Clint Eastwood, incluso al
propio Leone. Y encima, la banda sonora de Morricone es memorable. Muy, muy
recomendable.
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