No es la mejor comedia del fallecido Berlanga, pero, a mi es la que más me divierte. Resulta más desmadrada aun que "La Escopeta Nacional" y menos desquiciada que "Nacional III". En esta segunda parte de trilogía, Pepón, el Marques de Leguineche (Luis Escobar), y su perezoso hijo, Luis José (Jose Luis López Vázquez), se instalan en un ruinoso palacete en Madrid, tras abandonar su finca en el campo. Por culpa de Hacienda, que les reclama el pago de todos los impuestos evadidos durante los 40 años de dictadura franquista, los protas tendrán que inventarse locos chanchullos para no pagar esa deuda millonaria, desde pedir ayuda al Rey, hasta robar a sus propios familiares...
Un reparto estupendo, un alucinante guión de Rafael Azcona y un montón de largos planos secuencia donde se entremezclan aristócratas, criados chalados, políticos, curas gorrones... Un retrato muy acido de la Transición española. La escena final con el viejo marques y sus perros rodeados de turistas japoneses es inolvidable. Muy recomendable.
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