MI MUJER ES UNA ACTRIZ

La vi ayer y me gustó. Es una comedia francesa que cuenta las desventuras de Yvan, un comentarista deportivo, casado una famosa actriz llamada Charlotte. Yvan no aguanta nada bien que la gente pare a su mujer continuamente por la calle, para pedir un autógrafo, o sacarse una foto con ella. Pero, la cosa se pondrá peor cuando Charlotte se marche a Londres para rodar una película con un actor con fama de galán. Entonces, los celos harán que Yvan se meta en diversos líos…

El actor Yvan Attal protagoniza, escribe y dirige la historia basándose en su propia relación marital con la actriz Charlotte Gainsbourg (que hace el papel de Charlotte). Los típicos conflictos de pareja están exagerados buscando el gag cómico. Algunos gags resultan algo forzados, pero otros son muy cachondos, como el momento en el que un idiota vacila a Yvan en un bar contándole como se excito viendo a Charlotte en una escena de cama en una película, o la pelea que tiene Yvan con el marido de una famosa actriz porno dentro de un tren. Lo peor del filme es, sin duda, la historia paralela de la hermana embarazada y el cuñado cansino, enfrentados ambos por ponerle un nombre judío al bebe. Pero, ya solo la presencia del veterano Terence Stamp (perfecto, como siempre), hace que haya merecido la pena ver esta sencilla película.