lunes, 10 de septiembre de 2012

EL AMIGO AMERICANO

Hace poco que falleció Dennis Hopper. Tenía 74 años, de los cuales 55 los dedicó a actuar y dirigir películas. Es impresionante la cantidad de película buenas donde sale. Pero, su mayor talento era que apareciendo tan solo 20 minutos en una cinta (como en "Apocalypse now" o "Amor a quemarropa"), ya era capaz de hacer memorable para siempre su gran presencia. También era un gran especialista en robarle el protagonismo al héroe de turno, se lo hizo a Kevin Costner en "Waterworld", a Keanu Reeves en "Speed", o a Kyle McLachlan en "Terciopelo azul".

Hace unos meses, vi esta estupenda adaptación de la novela de Patricia Highsmith, "El juego de Ripley". Aquí, Dennis Hopper, casi, le roba el protagonismo a Bruno Ganz, pero el alemán está enorme y no lo consigue. Hopper es Tom Ripley, un siniestro y arribista comerciante americano, afincado en Hamburgo, que vive de falsificar obras de arte. Un buen día, conoce a un humilde enmarcador de cuadros alemán (Bruno Ganz), al que lía para que cometa un asesinato por encargo, a cambio de mucho dinero. El enmarcador al principio se niega, pero como está bastante enfermo, finalmente, acepta el peligroso trabajo para ayudar a su familia, adentrándose en una espiral delirante...

La fotografía setentera del filme es preciosa, con un contraste muy marcado entre el rojo y un verde en tonos más apagados. Tanto la banda sonora y como la estética de la ciudad alemana, con sus pintadas, su puerto, sus casas en continua reforma...están muy logradas. En el reparto aparecen en breves papeles, los viejos directores Nicholas Ray, Samuel Fuller y Jean Eustache. Incluso, Win Wenders, el director de la cinta, hace un cameo como médico. La larga secuencia del asesinato en el metro de París es extraordinaria, son diez minutos sin diálogos, donde ocurren muchas cosas. Muy recomendable.

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