Otra cinta para ver este verano. Una comedia sencilla hecha por nueve amigos con apenas cuatro duros, una casa en Ibiza y un par de cámaras de Mini-DV. Todo empieza cuando el Adriá Collado visita a un amigo suyo de la infancia que vive aislado en una pequeña masia en el interior de Ibiza. Durante unos días,los dos amigos se dedican a pasear por la isla charlando de sus recuerdos de la infancia, de sus ligues de juventud y los vagos proyectos para el futuro...
La película no va de nada más, pero es divertida y te va atrapando, poco a poco, al verte reflejado en esos diálogos tan chorras que tienen los protas (especialmente, si pasas de los treinta tacos). Muchas frases están medio improvisadas, pero resultan naturales. Es una historia sobre la vida misma, sobre la amistad y tal. A veces es aburrida, otras veces brillante y llena de filosofía de bolsillo. Lo suficiente para pasar del calor con una sonrisilla.
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