La vi ayer y, despues de casi 25 años, sigue funcionando muy, muy bien. Es la historia de Bob, un joven adicto a las drogas que, junto a su novia y un par de amigos, se dedica a atracar farmacias de Portland para poder calmar el mono. Pero un día, el prota empieza a estar cansado de esa vida marginal y alternativa...
Ambientada en los agitados años 70, esta cuca cinta de Gus Van Sant tiene buen ritmo, escenas logradas (como el robo en el hospital, o el lío en el motel) y un reparto estupendo con un enorme Matt Dillon a la cabeza y una joven Heather Grahan como rubia pardilla. Además, aparece el escritor William S. Burroughs adornando la trama con un mensaje realista sobre del abuso y control de las drogas en la sociedad actual. No es tan buena como la alemana "Yo, Cristina F.", pero sirve la reflexionar un rato. Recomendable.