La vi ayer y me gustó. Es la historia de
médico brasileño que comienza a trabajar en Carandiru, un sórdido centro de
detención temporal de Sao Paulo, donde los reos pasan años, incluso décadas,
esperando a ser juzgados. Poco a poco, el prota va conociendo a sus pacientes,
desde asesinos crueles y ladrones, hasta marginados y desahuciados, casi todos
de las clases más pobres del país...
Basada en un motín ocurrido en 1992 en
donde murieron 111 reclusos a balazos.
Quizás no es la mejor peli de Hector Babenco, menos política que "El beso
de la mujer araña", menos afilada que "Pixote", pero con una
puesta en escena soberbia, mezclando escenas rodadas en la prisión real
(derruida en 2002) y con decorados. Recomendable.